"Mentes pensantes" a dedo.

MEDIO AMBIENTE, MANTENIMIENTO

Y SERVICIOS A LA CIUDAD,

Mejor habría que decir sin mantenimiento, ni medio ambiente ni servicios a la ciudad. Una macro delegación con muchos problemas de falta de personal y donde las “mentes pensantes” solo tienen miramientos para los de arriba y desprecio para los de abajo.

Es la delegación donde menos se contrata para paliar las necesidades existentes., No se contratan oficiales, ni ayudantes ni mucho menos peones. Pero a los que hay se le exige modificaciones de calendarios, asunción de funciones de superior categoría... Eso sí, “las mentes pensantes” quitan, ponen y trasladan a su antojo.

Una delegación donde se elaboran pliegos para privatizar aquello que perfectamente puede gestionarse desde lo público, pero no se quiere porque es más fácil dárselo a empresas privadas para no tener responsabilidades en la gestión.

Una macro delegación en la cual la parte de medio ambiente (limpieza viaria, dependencias) se encuentra aún en peores condiciones, casualmente mayoritariamente ocupado por mujeres. Se nota claramente la poca estima que se tiene a las “mujeres de la limpieza” de este ayuntamiento. Mientras en otras áreas se realizan contratos interinos en la medida de las posibilidades, en este servicio no se ha hecho ninguno. Y la proporción de contratos de sustituciones por enfermedad o circunstancias de la producción es prácticamente nula en comparación con otros servicios.

En mantenimiento vemos algo parecido. Aquí las “mentes pensantes“ prefieren modificar calendarios, presionar para que se hagan horas extraordinarias, o finalmente llamar a la privada. Y entre medias, más y más jefes que veremos cambiar con el sistema estrella utilizado, “el digital”, y que seguro en breve mostrará cambios importantes.

Por último la gota que colma el vaso en esta sinrazón en la que opera esta delegación:

A compañeras, sí otra vez compañeras, del servicio de Fuentes, sin más explicación se les dice que pasan a formar parte del área de mantenimiento de un día para otro. Sin más aviso, sin más organización y sin más explicaciones.

No es un problema para las compañeras que por desgracia están acostumbradas a que se les trate como meros instrumentos, y que durante estos años han vivido de todo. Hoy aquí porque me viene bien, mañana allí porque también. Son peones, pero ante todo son personas que desempeñan su trabajo perfectamente como han demostrado durante todos estos años y se merecen el máximo respeto. Hacer las cosas bien cuesta muy poco y hacerlas con sentido mucho menos, pero quizá es pedir demasiado a las “mentes pensantes” de esta delegación. ■

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